Las pletinas son piezas metálicas que han demostrado ser indispensables en una amplia variedad de industrias y aplicaciones. Estas piezas tienen un diseño simple, pero efectivo que las hace extremadamente versátiles. Por otra parte, la resistencia y durabilidad de las pletinas las convierten en un elemento fundamental en numerosos proyectos. En Insoto somos expertos en el mecanizado de estas piezas, pero ¿Para qué sirven las pletinas? ¿Cuál es su proceso de mecanizado?
¿Para qué sirven las pletinas?
Ya hemos adelantado que las pletinas son piezas metálicas que se caracterizan por su versatilidad. El tamaño de estas piezas puede variar en función de la aplicación que se les dé, pero se trata de tiras metálicas planas. ¿Para qué sirven las pletinas? ¿Cuáles son sus usos en la industria?
Construcción y estructuras metálicas
Uno de los usos más comunes de las pletinas es en la construcción de estructuras metálicas. Ya sea en la fabricación de edificios, puentes, torres de comunicación o estructuras industriales, las pletinas son utilizadas como componentes estructurales clave para proporcionar estabilidad y soporte.
Industria manufacturera
En la industria manufacturera, las pletinas se utilizan en la fabricación de maquinaria y equipos. Estas piezas metálicas son de gran utilidad para la construcción de bases y soportes, pero también sirven para la creación de guías y componentes de montaje. En este sentido, las pletinas son esenciales para la creación de productos duraderos y funcionales.
Carpintería metálica
En el ámbito de la carpintería metálica, las pletinas se utilizan para fabricar una gran variedad de elementos, como puertas, ventanas, rejas y barandillas. Por su resistencia y maleabilidad, las pletinas son ideales para este tipo de aplicaciones, donde se requiere tanto funcionalidad como estética.
¿Para qué sirven las pletinas? Su uso en automoción
En la industria automotriz, las pletinas se utilizan en la fabricación de chasis, carrocerías y otros componentes estructurales de vehículos. Las pletinas son una buena alternativa para la fabricación de coches por su capacidad para soportar cargas pesadas y resistir el desgaste. En pocas palabras, las pletinas son piezas fundamentales porque pueden utilizarse en entornos exigentes como el automotriz.
Las pletinas en la industria electrónica
En la fabricación de equipos electrónicos, las pletinas se utilizan como soportes y refuerzos para componentes y circuitos. Su conductividad eléctrica, así como su resistencia a la corrosión, las hacen ideales para este tipo de aplicaciones, donde se requiere una alta fiabilidad y durabilidad.
Construcción civil
¿Para qué sirven las pletinas en la construcción civil? En este ámbito, las pletinas se utilizan para una variedad de aplicaciones. Son muy útiles cuando se trata de fabricar escaleras, barandillas, marcos de puertas y ventanas, y refuerzos estructurales. Su resistencia y versatilidad las convierten en una opción popular entre los arquitectos y constructores.
Reparaciones y modificaciones con pletinas
Las pletinas también son utilizadas en trabajos de reparación y modificación, donde pueden ser cortadas, perforadas, soldadas y conformadas según las necesidades específicas de cada proyecto. Estas piezas pueden mecanizarse con otras en distintas máquinas herramientas como los taladros, aunque también es posible trabajarlas en las soldaduras.
¿Cómo se mecanizan las pletinas?
Ya sabes para qué sirven las pletinas, ahora es momento de contarte cómo se mecanizan estas piezas. El primer paso es la elección adecuada de material. Para la fabricación de pletinas se utilizan piezas como el acero al carbono, el acero inoxidable, el aluminio y otras aleaciones metálicas. Es muy importante que las pletinas se fabriquen con metales específicos, pues son determinantes en su resistencia, durabilidad y capacidad de conformado.
Una vez que se ha elegido el metal, este se funde en un horno a altas temperaturas para convertirlo en un estado líquido. El metal fundido se vierte luego en moldes, donde se solidifica y se forma en lingotes o placas. Estos lingotes o placas servirán como la materia prima para la fabricación de las pletinas.
Posteriormente, los lingotes se pasan en rodillos de laminación. Estos aplican presión y calor para transformarlos en láminas delgadas de metal. Estas se laminan a una especificación de espesor particular, que determina el grosor final de las pletinas.
Una vez laminadas las láminas de metal, se cortan en tiras anchas que servirán como material base para las pletinas. Posteriormente, las tiras se cortan a la longitud deseada y se mecanizan como pletinas mediante procesos de corte y conformado. Para el corte pueden utilizarse máquinas como la cizalla; pero también es posible seguir procesos de mecanizado como troquelado o punzonado. En cuanto al conformado, este proceso consiste en doblar o plegar el metal para obtener la forma rectangular o cuadrada característica de las pletinas.
Una vez formadas las piezas, pueden someterse a procesos de acabado para mejorar su apariencia y resistencia a la corrosión. En este sentido, las pletinas se someten a procesos como el lijado para suavizar los bordes o el rectificado para mejorar la apariencia. También se pueden pintar para aportar protección adicional frente a la corrosión e incluso es posible galvanizarlas con capas protectoras de zinc.